martes, 14 de abril de 2015

DESVELADA

Su respiración era blanda y confortable,
parecía tener pulmones de algodón tibio
y su aliento tenue resultaba conmovedor.
Él dormía de costado un sueño envidiable,
sus facciones se deslizaban con desmayo
por los pómulos altos, la frente, el mentón
y su boca dibujaba el atisbo de una sonrisa.
Ella le miraba y cerraba los ojos con codicia
para retener su imagen hasta volver a abrirlos
y que ésta la llevara de la mano al amanecer.
Pero entonces cayó de entre los labios de él
un sonidito apenas articulado, apenas audible,
aunque lo suficiente para que ella reconociera
el nombre de una mujer, uno que no era el suyo.

viernes, 13 de marzo de 2015

SENTENCIA

Al principio era un pliegue cabalgando aturdido sobre las olas,
un cuadradito de plata que apenas se avistaba desde la costa.
Avanzaba hacia la orilla girando veloz sobre sus aristas afiladas
que de a poco se desplegaron en partes nítidas y geométricas
y resplandecían untadas de una lustrosa capa de agua marina,
expuestas al sol, al cielo, a la vista de todo el que quisiera mirar.
El compás de su danza delirante aminoró al acercarse a la playa,
mientras los filos de su silueta comenzaban a perder ferocidad,
se torneaban y se hacían dóciles bajo la luz de aquel día claro.
Así parecía de mercurio, de cristal, de espejo convexo  imposible
y sus recién estrenadas curvas  recordaban a las de una ondina,
a una náyade acuática de cola metálica y torso de piel de mujer.
Salvó los últimos metros  nadando y quedó varada en la arena,
como una joya traída desde la tumba  honda de un naufragio,
escupida por las corrientes muy lejos de allí donde pertenecía, 
hermosa y vulnerable, desterrada  por y para siempre del mar. 

domingo, 28 de septiembre de 2014

CONFIANZA

Ya la he buscado en los armarios, debajo de los muebles
y en el rincón donde siempre acaba todo lo que se pierde.
Ahora rastreo mis recuerdos y dudo si de verdad fue mia, 
pese a que conservo intacta la sensación de haberla tenido.
Algunos días la elegía yo misma y me adornaba con ella, 
como si fuese una prenda, una joya o el color de un carmín.
Otros se colaba entre mi ropase adhería a mí como un corsé
y me estrechaba en un abrazo que me hacía caminar erguida.
Yo le insuflaba soplos del aire que robaba a mi propia vida, 
para que ella me elevara y me posara despacio en el viento.
A menudo me acompañaba sólo como un murmullo liviano,
con aquellos pasos que no alcanzaban a posarse en el suelo.
Me dejaba sola a ratos pero no tardaba en volver a por mí,
porque podía intuir lo desvalida que me encuentro sin ella.
Entonces me doy cuenta de lo penoso de su labor conmigo,
de cuanto la requería y de que nunca le agradecí su amparo.
Así que pongo aún más ahinco en su busca, ahogo un gimoteo
y le juro en silencio que seré una buena chica si vuelve a mi lado.


domingo, 1 de junio de 2014

INVERTEBRADA

Practico una incisión en la parte más alta de la nuca,
justo a la altura de la línea donde nace el cabello.
Introduzco el pulgar y el índice a modo de pinza y
busco la pequeña fisura entre el atlas y el occipital.
Me abro camino entre músculo rasgado y tendones,
separando con sumo cuidado la vértebra del cráneo.
Ahora voy a necesitar un pequeño gesto bien atinado,
dos o tres respiraciones profundas y un tirón preciso.
Puedo sentir como se van desprendiendo de mi carne
la pila de huesos lastimados que me servían de soporte.
Caigo al suelo desbaratada y atiento un leve culebreo
que se convierte casi al instante en llamativa habilidad.
Me vuelvo hacia mi vieja columna, tendida a mi lado
y balbuceo '¿ves como que sí que podía vivir sin tí?'




viernes, 21 de febrero de 2014

ES INVIERNO

Lo sabe porque lo tiene en los huesos, calado hasta el mismo tuétano,
está en el tinte perlado de las mañanas, en las sábanas destempladas,
es el viento que cae,  la lluvia que se aparta a su paso con cabriolas,
las huellas que se adhieren a la tierra, se empapan y se hacen lodo.
Lo reconoce en las ramas desnudas de los árboles abrazadas al cielo,
en el frío que pasa noches enteras acurrucado a los pies de su cama,
en el aliento pálido de los transeúntes que caminan exhalando el alma,
en los tejidos, las tazas humeantes, el metal helado y el sol perezoso.
Lo ve en la piel quebradiza de sus manos, en las botas desgastadas,
en el cuello clavado hasta el fondo insondable de entre sus clavículas,
en los repentinos accesos de melancolía que le hacen tiritar el espíritu 
en el cristal empañado donde nadie ha pensado en dejarle un mensaje.


viernes, 10 de enero de 2014

2014

Venía tintineando desde muy lejos y era del color del hielo.
Se acercó con el paso renqueante, doblegado por el peso,
depositó su valija ante mí y deshizo el nudo que la sujetaba.
Al abrirla se esparcieron las estrellas que regirían mi suerte
y me invitó a contemplarlas con una afectada reverencia.
Me arrodillé entre su luz y me vi reflejada en todas ellas,
cada una contenía la historia de los días aún por venir.
Allí estaban las horas que yo misma iba a dejar marchitar,
las que habrían de ser de gloria y las que luego olvidaría.
Se emulsionaban en destellos de intensidad cegadora,
tejiendo un tapiz que trazaba el rumbo de mi próximo año.
Alcé la vista clamando al portador de aquel obsequio que
tomara mi mano entre sus dedos transparentes y me guiara.
Pero él se alejaba ya para dejarme a solas con mi destino.


sábado, 7 de diciembre de 2013

AMIGOS

Voy a hacer un paquetito con el celeste de tus ojos,
con la modulación grave de tu voz y con tu sonrisa.
Meteré todas las cosas que me encantaban de tí,
las que el tiempo fértil contigo talló en mi memoria.
Lo envolveré en un papel donde relataré las noches que
fueron nuestras, los despertares juntos y tu delicado tacto.
Irá atado con el hilo del que solíamos pender los dos
y sellado con un beso todavía impregnado de tus labios.
Pagaré alguna lágrima para enviarlo lejos de mi corazón,
pero así podré quererte sin más que desnuda ternura,
quererte mucho más de lo que un día creí haberte amado.

domingo, 1 de diciembre de 2013

PARADOJA

Un día se despertó soleada, corrió la cortina de su pesar,
se reclinó despacio sobre la cornisa de su ventana abierta
y respiró profundo para ventilar sus rincones más oscuros.
Todo era fácil, no había costuras, ni tropiezos, ni quejas,
su contorno se difuminaba bajo los rayos del primer sol,
se le llenaban los ojos de luz y veía más allá del horizonte.
Ese día sí quería, sí podía, aquel día era el día de brillar,
de sacar pecho, de creerse hasta las comas de su película,
de jugar sus cartas y de apostarlo todo con confianza ciega.
Aspiró más del aire radiante, infló las velas de su voluntad,
dio media vuelta sobre sus talones, echó un paso al frente
y durante el resto de aquel día, se sintió eternamente feliz.



viernes, 15 de noviembre de 2013

COPLA

Quiero que me encierres entre tus hombros,
que ciñas la curva de luna mora de mi cintura,
trepar por tu cuello para alcanzarte los labios
y dejarme caer por el precipicio de tu boca.
Quiero estrellarme con fuerza contra tu piel,
que desmenuces mi cuerpo entre tus dedos,
pulverizarme en partículas minúsculas,
disolverme en tu sudor y traspasar tu carne.
Quiero marcarte con el rojo de mis uñas,
escucharte susurrar disparates en mi oído,
trazarte un camino a lo largo de mis piernas
y sembrarlo de huellas falsas para que te pierdas.
Te quiero exhausto, tendido sobre mi pecho,
quiero robarte el sueño e hilarlo en mi pelo
y quiero dormir a tu vera, siempre a la verita tuya.


sábado, 19 de octubre de 2013

ORACIÓN

Llegan en hordas, se agolpan muy cerca de mí,
salpican su aliento en mi nuca, me cuajan la sangre.
Agacho la cabeza, aprieto los dientes y cierro los ojos,
los dedos se me crispan, las arterias me estallan.
Espero el primer golpe, la primera dentallada,
el primer corte, que me duela, que me mate.
Los oigo murmurar,  me observan y respiran,
devoran el aire, engullen también el mio.
Pero no me tocan, sólo me miran inertes,
pasmados, esperan que sea yo la que haga algo.
Y yo aterrorizada, impotente, clavada a la tierra,
imploro a todos los dioses que me lleven,
que me eleven sobre este ejército de espectros
y me dejen caer dentro de una piel nueva,
de una armadura de coraje, de emoción, de fe.
Que abatan todos estos miedos, que los fulminen
y que soplen sus cenizas lo más lejos posible de mí.